
En los últimos años, el veganismo ha dejado de ser una opción personal para
convertirse, en muchos casos, en una moda con tintes ideológicos. Redes
sociales, influencers, documentales sesgados y organizaciones financiadas
con millones de dólares están promoviendo una dieta restrictiva como si
fuera la panacea para la salud y el planeta.
Pero… ¿y si te dijeran que una dieta vegana mal planificada puede dañar tu
salud física y mental? ¿Y si te contaran que muchas personas entran en este
estilo de vida sin tener idea de los riesgos reales?
A continuación, te mostramos lo que no te cuentan y lo que sí dice la
ciencia.
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1. La educación nutricional es tu mejor defensa
La mayoría de las personas que adoptan el veganismo no tienen una formación
básica en nutrición. Simplemente repiten lo que ven en redes o escuchan de
personas carismáticas. Pero eliminar todos los alimentos de origen animal
implica dejar fuera nutrientes esenciales como la vitamina B12, el hierro
hemo, el retinol (vitamina A activa), los ácidos grasos omega-3 (EPA y
DHA), la colina, entre otros.
La evidencia dice:
Una educación nutricional sólida desde la infancia reduce el riesgo de caer
en dietas desequilibradas y protege a los jóvenes de modas alimentarias
extremas.
Fuente:
Worsley A. Nutrition knowledge and food consumption: can nutrition
knowledge change food behavior? Asia Pacific J Clin Nutr.
2002;11(Suppl):S579-85.
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2. Las dietas veganas pueden dañar el cerebro (literalmente)
Múltiples estudios científicos han demostrado que las dietas veganas mal
suplementadas están asociadas a deficiencias nutricionales que afectan la
salud mental: ansiedad, depresión, niebla mental y fatiga crónica son
síntomas comunes.
Especialmente vulnerables: mujeres embarazadas, niños, adolescentes y
personas con trastornos de conducta alimentaria.
Fuente:
Bourne L, et al. Health effects of vegan diets. Proceedings of the
Nutrition Society. 2001;60(2):265–70.
LaChance LR, Ramsey D. Antidepressant foods: An evidence-based nutrient
profiling system. World J Psychiatry. 2018;8(3):97-104.
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3. ¿Y si volvemos a las dietas tradicionales?
Desde Japón hasta el Mediterráneo, culturas enteras han vivido de dietas
ricas en vegetales pero complementadas con pescado, huevos, lácteos o carne
de pastoreo. Esas dietas reales, completas y sostenibles han demostrado
reducir enfermedades cardiovasculares, proteger el cerebro y mejorar la
esperanza de vida.
¿Por qué abandonar lo que funciona por una moda ideológica?
Fuente:
Estruch R, et al. Primary Prevention of Cardiovascular Disease with a
Mediterranean Diet. N Engl J Med. 2013;368:1279-1290.
O’Keefe JH, et al. Dietary strategies for improving post-prandial glucose,
lipids, inflammation, and cardiovascular health. J Am Coll Cardiol.
2008;51(3):249–255.
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4. No es salud, es propaganda
La industria del “plant-based” mueve miles de millones al año. Empresas,
ONGs y campañas de marketing con fuerte respaldo económico están detrás del
mensaje de que comer carne, leche o huevos es “inmoral” o “dañino”.
Pero muchos de estos productos veganos ultra-procesados tienen perfiles
nutricionales inferiores a los alimentos reales, y sus efectos a largo
plazo no están del todo claros.
Lo que necesitas es pensamiento crítico, no obediencia ciega.
Fuente:
Monteiro CA, et al. Ultra-processed foods, diet quality, and health using
the NOVA classification system. Food and Agriculture Organization of the
United Nations, 2019.
Hall KD, et al. Ultra-Processed Diets Cause Excess Calorie Intake and
Weight Gain: An Inpatient Randomized Controlled Trial of Ad Libitum Food
Intake. Cell Metab. 2019;30(1):67–77.
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5. El apoyo profesional es clave (no lo que diga un youtuber)
Si decides cambiar tu dieta, hazlo acompañado por un nutricionista clínico
o un médico con conocimientos actualizados, no por lo que diga un
influencer que nunca ha pisado una facultad de medicina.
Un profesional puede ayudarte a comer bien sin caer en carencias, adaptar
tu dieta a tu contexto personal y evitar los daños que muchas personas ya
están pagando por seguir modas sin fundamento.
Fuente:
Pawlak R, et al. How prevalent is vitamin B12 deficiency among vegetarians?
Nutr Rev. 2013;71(2):110-117.
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Conclusión
El veganismo no es un camino hacia la salud. No caigas en el culto
disfrazado de compasión. Tu salud está primero.