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¿Crees que el veganismo es un movimiento antisistema y ético?
Te vas a sorprender: muchas de sus caras visibles están financiadas por las
mismas multinacionales que dicen combatir. Te lo cuento en este hilo.
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Heura Foods, la startup vegana más famosa de España, fue fundada por
activistas ligados a ONGs animalistas como AnimaNaturalis.
¿Revolución ética? Espera a leer esto.
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Marc Coloma, cofundador de Heura, fue activista en campañas radicales y hoy
lidera una empresa que colabora con gigantes como Unilever y Nestlé.
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Sí, has leído bien.
Heura ha recibido 20 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones
para “productos sostenibles”.
Pero ¿quién se queda el dinero?
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También han participado en ferias empresariales junto a The Vegetarian
Butcher (de Unilever) y Garden Gourmet (de Nestlé).
¿Dónde quedó el antisistema?
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El veganismo se está convirtiendo en una marca blanca de las grandes
corporaciones.
¿Y los activistas?
Son ahora sus embajadores de marketing.
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Mientras tú pagas más por productos “éticos”, ellos firman acuerdos con
bancos, políticos y multinacionales.
¿Manipulación o casualidad?
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No todo lo vegano es activismo.
En muchos casos es negocio con fachada moral, vendido como “conciencia
ecológica” mientras se embolsan millones.
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¿Dónde están las críticas internas? ¿Quién fiscaliza a estas empresas?
Silencio.
Criticarlos desde dentro es ser “especista” o “traidor”.
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El veganismo nunca fue un movimiento ético, es una industria con
intereses y padrinos.
Y si lo denuncias… te censuran.
Comparte si no quieres comerte el marketing con tofu.