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Atención: Cómo se manipulan los estudios científicos para promocionar el veganismo

En los últimos años, el veganismo ha dejado de ser una opción individual de
dieta para convertirse en una doctrina casi religiosa, respaldada por un
arsenal de estudios científicos que —supuestamente— demuestran sus
beneficios indiscutibles para la salud y el medio ambiente. Pero ¿qué
ocurre si te dijéramos que buena parte de esos estudios están construidos
sobre estadísticas manipuladas, asociaciones débiles y sesgos ideológicos?

Este artículo pone el foco sobre uno de los aspectos más oscuros y menos
cuestionados del movimiento vegano moderno: la manipulación de datos y
conclusiones científicas para imponer una narrativa pro-veganismo a
cualquier precio.

  1. El truco más común: culpabilizar a la carne sin contexto

Uno de los ejemplos más descarados de manipulación se encuentra en los
estudios que “demuestran” que la carne provoca enfermedades como el cáncer
o enfermedades cardiovasculares. La mayoría de estos estudios no hacen
distinción entre:

  • Carne de hamburgueserías (ultraprocesada, frita en aceites vegetales de
    mala calidad, servida con refrescos y pan industrial)
  • Carne real, fresca, de pasto o mínimamente procesada

Es decir, confunden una hamburguesa de comida rápida con un filete de
ternera ecológica. Y cuando las personas en el grupo de estudio enferman,
le echan la culpa a la carne, ignorando el resto del menú: patatas fritas
con aceites refinados, bebidas azucaradas y postres ultraprocesados. ¿Te
suena justo?

  1. Estudios observacionales: correlación no es causalidad

Muchos de los estudios que glorifican el veganismo se basan en métodos
observacionales, no en ensayos clínicos aleatorios. Esto quiere decir que
no pueden probar causa y efecto, pero lo venden como si lo hicieran.

Ejemplo: encuentran que veganos tienen menor riesgo de una enfermedad. Pero
no dicen que esos mismos veganos:

  • Suelen ser de clase media o alta
  • No fuman
  • Hacen más ejercicio
  • Se preocupan más por su salud en general

Todo eso influye en su salud, no solo el hecho de no comer productos
animales. Sin embargo, los titulares simplifican: “El veganismo reduce el
riesgo de X enfermedad”. Mentira por omisión.

  1. El mito del consenso científico

Si repites una mentira muchas veces, la gente acaba creyéndola. Así opera
la maquinaria propagandística vegana: promueve una imagen de consenso
científico donde no lo hay. Y lo más grave: cuando aparecen estudios que
cuestionan esa narrativa, no se discuten. Se censuran.

Investigadores que publican hallazgos que muestran que las dietas veganas
pueden causar deficiencias o problemas en salud mental, son:

  • Ignorados por los medios
  • Silenciados en redes
  • Atacados en lo personal

Esto no es ciencia, es activismo ideológico disfrazado de medicina.

  1. Vegetarianos de fin de semana y errores de clasificación

Muchos estudios clasifican como “vegetarianos” o “veganos” a personas que
se autodenominan así, aunque en realidad siguen consumiendo productos
animales de forma ocasional.

Esto genera un problema estadístico gravísimo: no se está evaluando una
dieta vegana real, sino una etiqueta social. Pero da igual: los datos se
manipulan y se ajustan para que coincidan con la narrativa.

  1. Financiación, conflictos de interés y marketing

No es casualidad que muchas investigaciones a favor del veganismo estén
financiadas por fundaciones, ONGs o empresas que venden productos veganos
ultraprocesados. ¿Crees que van a publicar un estudio que hable mal de lo
que venden?

Esto es marketing con bata blanca.

Conclusión: cuidado con la ciencia “militante”

La ciencia de calidad existe, pero está siendo secuestrada por agendas
ideológicas. El veganismo ha dejado de ser una opción personal para
convertirse en una herramienta de presión política, económica y cultural. Y
sus “pruebas científicas” muchas veces son fraudes metodológicos
encubiertos con gráficos y palabras bonitas.

No caigas en la trampa. Cuestiona. Investiga. Y no te dejes manipular por
quienes quieren imponerte un dogma disfrazado de salud.


¿Crees que el veganismo es un movimiento antisistema y ético?

1/10

¿Crees que el veganismo es un movimiento antisistema y ético?

Te vas a sorprender: muchas de sus caras visibles están financiadas por las
mismas multinacionales que dicen combatir. Te lo cuento en este hilo.

2/10

Heura Foods, la startup vegana más famosa de España, fue fundada por
activistas ligados a ONGs animalistas como AnimaNaturalis.

¿Revolución ética? Espera a leer esto.

3/10

Marc Coloma, cofundador de Heura, fue activista en campañas radicales y hoy
lidera una empresa que colabora con gigantes como Unilever y Nestlé.

4/10

Sí, has leído bien.

Heura ha recibido 20 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones
para “productos sostenibles”.

Pero ¿quién se queda el dinero?

5/10

También han participado en ferias empresariales junto a The Vegetarian
Butcher (de Unilever) y Garden Gourmet (de Nestlé).

¿Dónde quedó el antisistema?

6/10

El veganismo se está convirtiendo en una marca blanca de las grandes
corporaciones.

¿Y los activistas?

Son ahora sus embajadores de marketing.

7/10

Mientras tú pagas más por productos “éticos”, ellos firman acuerdos con
bancos, políticos y multinacionales.

¿Manipulación o casualidad?

8/10

No todo lo vegano es activismo.

En muchos casos es negocio con fachada moral, vendido como “conciencia
ecológica” mientras se embolsan millones.

9/10

¿Dónde están las críticas internas? ¿Quién fiscaliza a estas empresas?

Silencio.

Criticarlos desde dentro es ser “especista” o “traidor”.

10/10

El veganismo nunca fue un movimiento ético, es una industria con
intereses y padrinos.

Y si lo denuncias… te censuran.

Comparte si no quieres comerte el marketing con tofu.


“Ostroveganos”: el último truco de un movimiento que se desmorona

Durante años, el veganismo ha intentado construir una imagen de
superioridad moral: se presentan como los defensores incuestionables de la
ética, la salud y el planeta. Sus militantes no dudan en juzgar, condenar y
avergonzar a cualquiera que no comparta su estricta dieta. Pero mientras
imponen sus dogmas al mundo, algunos de sus referentes más influyentes han
comenzado a abrir puertas a excepciones muy convenientes. El caso más
reciente y absurdo: comer ostras siendo vegano.

¿Quién lo dice? Peter Singer. Sí, el padre de la ética animal.

Peter Singer, considerado el gurú moral del veganismo moderno, acaba de
abrir una rendija por donde muchos “veganos” llevaban años colándose en
secreto: los mariscos. Según Singer, como las ostras no tienen cerebro ni
sistema nervioso central desarrollado, no sufren. Por lo tanto, comer
ostras no sería contrario al veganismo ético. A este grupo ya se le conoce
con el insólito término de “ostroveganos”.

¿No es irónico? El mismo movimiento que condena a quien come miel o viste
lana ahora empieza a justificar la ingesta de animales vivos si creen que
no sufren. ¿Dónde quedó la ética inflexible que exigen a los demás?

Veganismo a medida: cuando la ética es negociable

Lo que este giro demuestra es algo que muchos sospechaban desde hace
tiempo: el veganismo no es tanto una ética como una ideología emocional,
llena de dogmas que se reinterpretan cuando conviene. Mientras tanto,
muchos veganos “de clóset” ya llevaban tiempo comiendo pescado, mariscos y
huevos a escondidas —algo que ahora algunos intentan legitimar con
eufemismos como “dieta plant-based flexible” o directamente con invenciones
como los “ostroveganos”.

La trampa es clara: si el animal no grita, no importa. Si no puedes
demostrar su sufrimiento, puedes comértelo. ¿En serio? ¿Y toda esa
narrativa de respeto absoluto a “los animales no humanos”? ¿No era la base
del veganismo el no usar animales? Pues parece que no tanto.

¿Y la coherencia, para cuándo?

Mientras los activistas insultan y acosan en redes a quienes comen jamón o
beben leche, el movimiento se divide internamente entre quienes quieren
seguir en su torre de cristal y quienes buscan una salida digna para no
seguir reprimiendo sus impulsos. La incoherencia no es una excepción en el
veganismo moderno: es su nueva norma.

Al final, no es más que otra manifestación de un movimiento que se está
desmoronando por sus propias contradicciones. Y lo peor: sin reconocerlas.
En vez de admitir errores, reinterpretan la realidad para mantenerse
siempre en el lado correcto, incluso si eso implica comerse una ostra viva
mientras sermonean al mundo sobre empatía y justicia.

Conclusión: menos moralina, más honestidad

El caso de los ostroveganos es una muestra más de que el veganismo, lejos
de ser una filosofía ética sólida, es un sistema inconsistente, plagado de
excepciones interesadas y de normas elásticas. En su afán por controlar el
comportamiento ajeno, sus líderes han terminado justificando exactamente
aquello que criticaban.

La próxima vez que un vegano te acuse de inmoral por comerte una
hamburguesa, pregúntale:

¿Con o sin ostras?


Por qué “Rompiendo la censura sobre el veganismo” es más necesario que nunca

El blog “Rompiendo la censura sobre el veganismo” ha generado polémica por
poner sobre la mesa las consecuencias ocultas de una ideología que se
presenta como moralmente incuestionable. A pesar de las críticas que ha
recibido —desde sectores veganos hasta defensores del pensamiento
políticamente correcto—, este blog cumple una función esencial: cuestionar
dogmas que hoy operan como verdades absolutas.

  1. ¿Generalizaciones o síntesis de patrones sociales?

Una de las críticas más comunes es que el blog “generaliza”. Muchas de las
afirmaciones se basan en patrones visibles en redes sociales, experiencias
personales documentadas y testimonios reales de ex-veganos, cuyo valor
cualitativo no puede despreciarse.

  1. Citas y nombres propios: mostrar el verdadero rostro del movimiento

Algunos acusan al blog de caer en el ad hominem por citar declaraciones
polémicas de figuras del veganismo. Pero en realidad, esto es transparencia
informativa. ¿No es legítimo exponer lo que líderes veganos como Peter
Singer o Melanie Joy piensan realmente, cuando su influencia moldea
políticas educativas, medios y ONGs?

El blog no necesita inventar nada: se limita a recoger las propias palabras
del movimiento y devolverlas a la luz pública. El problema no es citarlos,
sino que estas ideas radicales estén tan normalizadas que nadie se atreve a
señalarlas.

  1. ¿Sensacionalismo o urgencia?

Decir que el veganismo organizado opera como un “culto coercitivo” no es
exageración: muchos ex-miembros describen exactamente eso. Lavado de
cerebro, culpa moral, aislamiento social, control del discurso, y
consecuencias físicas tras abandonar el veganismo son elementos
documentados en múltiples foros y estudios cualitativos (ver: H Nutritional
Deterioration Among Young Vegans – A Phenomenological Analysis, 2021).

Cuando el periodismo independiente alerta sobre sectas o abusos
espirituales, no se lo acusa de “alarmismo”. ¿Por qué debería ser diferente
con el veganismo?

  1. La censura sí existe

Una crítica frecuente es que el blog “se contradice” al denunciar censura
mientras publica libremente. Esto ignora el contexto digital actual: los
algoritmos favorecen contenido pro-vegano y penalizan las críticas. Muchos
ex-veganos han sido suspendidos, silenciados o acosados en redes sociales
por relatar sus experiencias. El blog no se contradice: es una resistencia
minoritaria frente a un discurso dominante.

Este Blog ha sido dexindexado por motivo desconocido actualmente.

  1. La evidencia no siempre está en los papers

La ciencia también puede ser instrumentalizada. Lo que hace este blog es
poner en duda la hegemonía de ciertos estudios, especialmente aquellos
financiados por ONGs veganas, Los Adventistas del Séptimo Día o industrias
de ultraprocesados vegetales.

Además, la experiencia vivida y colectiva también es evidencia. Ignorarla
por no venir en formato de PDF con DOI es elitismo disfrazado de rigor.

  1. Revertir la polarización empieza con decir la verdad

El blog no busca odiar al vegano de a pie, el cual es una víctima. Su
crítica va contra el movimiento organizado, las empresas que se lucran con
ello y las estrategias ideológicas que están afectando a familias, niños y
sistemas de salud. El lenguaje fuerte es reflejo de la urgencia y de la
resistencia. Con los promotores del veganismo radical es imposible el debate.

Conclusión

“Rompiendo la censura sobre el veganismo” es un blog

que desvela la verdad en un clima donde disentir del discurso oficial puede
costarte una cuenta en redes, su existencia es valiente y
necesaria. Quienes lo critican deberían reflexionar si lo hacen porque
realmente hay «errores»… o porque les incomoda que alguien por fin diga lo
que muchos piensan y pocos se atreven a escribir.


Por qué el Ser Humano Biológicamente No Puede Ser Vegano

En los últimos años, la dieta vegana ha ganado presencia como una opción
dietética promovida por motivos supuestamente éticos, ambientales o de
salud. Sin embargo, si dejamos de lado las ideologías y aplicamos el método
científico desde una perspectiva estrictamente biológica y nutricional, la
realidad es clara: el ser humano no está diseñado para ser vegano. No puede
sostenerse una dieta vegana a largo plazo. Tampoco a corto plazo sin
intervención externa, suplementación artificial y cuidados médicos.

  1. Nuestro cuerpo no es herbívoro

Los humanos somos omnívoros por diseño evolutivo. Ni nuestra dentadura, ni
la longitud de nuestro intestino, ni nuestras necesidades nutricionales
corresponden a las de los herbívoros. Un intestino corto como el nuestro no
está adaptado a extraer nutrientes de forma eficiente únicamente de plantas.

El desarrollo de nuestro cerebro y de nuestra especie ha dependido del
consumo de proteínas animales y grasas animales durante millones de años.
El Homo erectus no habría evolucionado sin carne, y eso no es una opinión:
es un hecho evolutivo.

  1. Las proteínas animales son superiores

Biológicamente, las proteínas animales tienen:

  • Todos los aminoácidos esenciales en proporciones óptimas.
  • Alta digestibilidad (hasta el 100%).
  • Mayor calidad nutricional según el índice DIAAS:
  • Leche: 1.18
  • Huevo: 1.13
  • Carne: 1.10
  • Pescado: 1.08
  • Soja: 0.91
  • Trigo: 0.40–0.50

En cambio, las proteínas vegetales requieren combinaciones (legumbres +
cereales), mayor cantidad, y aún así no alcanzan la eficiencia de las
proteínas animales.

  1. El problema de las vitaminas

Muchas vitaminas esenciales no están disponibles en los vegetales de forma
suficiente o biodisponible:

Vitamina B12

  • Solo se encuentra naturalmente en alimentos animales.
  • La B12 sintética no es igual a la natural.
  • Su carencia produce anemia, trastornos neurológicos, y daño irreversible.

Vitamina A

  • La forma vegetal (beta-caroteno) no se convierte eficientemente en
    vitamina A activa (retinol).
  • El exceso de vitamina A sintética puede causar daño hepático.

Vitamina D

  • La D2 (vegetal) es menos eficaz que la D3 (animal).
  • El exceso de suplementos puede causar problemas renales.

Vitaminas B6 y B12

  • Altas dosis sintéticas se han relacionado con cáncer de pulmón en
    estudios clínicos.

4. La trampa de los suplementos

La dieta vegana no se sostiene sin suplementos, algo que ya de por sí
indica su artificialidad.

  • Necesita B12, DHA, hierro, zinc, calcio, vitamina A, taurina, creatina,
    entre otros.
  • Los alimentos deben ser fortificados o consumidos con cápsulas de
    laboratorio.
  • Esto no es natural ni evolutivamente sostenible.

5. ¿Qué pasa en la práctica?

Sin acceso a alimentos industriales y aún con acceso a suplementos
vitamínicos, una persona vegana desarrolla deficiencias graves.

Los niños, mujeres embarazadas, ancianos y personas con problemas
metabólicos son especialmente vulnerables. La historia de los pueblos
veganos no existe, pero sí hay registros de comunidades carnívoras (como
los inuit o los masáis) sanas y sin deficiencias nutricionales.

  1. No, las vitaminas sintéticas no son iguales
  • Las vitaminas naturales vienen acompañadas de cofactores, enzimas y
    nutrientes que facilitan su absorción.
  • Las sintéticas, en cambio, pueden ser mal absorbidas o incluso tóxicas si
    se consumen mal.
  • No todo lo artificial es bueno, ni seguro, ni sostenible.

7. Conclusión

Biológicamente, el ser humano no puede ser vegano.

Puede intentarlo gracias a la medicina moderna y a la industria
farmacéutica, pero incluso con estas ayudas artificiales, el veganismo es
inviable. No es natural, no es seguro a largo plazo y no es una dieta
biológicamente adaptada al cuerpo humano.

El veganismo es una construcción moderna, una simulación de nutrición
sostenida por cápsulas, alimentos procesados y fe ideológica. Si quieres
cuidar tu salud y tu cuerpo, vuelve a escuchar lo que te dice la biología,
la evolución y la ciencia: el ser humano es omnívoro.

Estudios y metaanálisis científicos utilizados para respaldar este artículo:

  1. “Vitamin B12 status of vegetarians and vegans: A review” – Nutrition
    Reviews, 2013
  2. “Health effects of vegan diets” – The American Journal of Clinical
    Nutrition, 2009
  3. “Comparison of the Digestible Indispensable Amino Acid Score (DIAAS) of
    animal and plant-based proteins” – FAO Technical Report, 2011
  4. “Vitamin B12 deficiency in vegetarian and vegan diets” – European
    Journal of Clinical Nutrition, 2014
  5. “Dietary protein quality evaluation in human nutrition” – FAO Food and
    Nutrition Paper, 2013
  6. “Risk of lung cancer associated with supplemental vitamin B6 and B12” –
    Journal of Clinical Oncology, 2017
  7. “Vitamin D toxicity — A clinical perspective” – Frontiers in
    Endocrinology, 2018
  8. “Toxicity of vitamin A” – National Institutes of Health, 2012
  9. “Effect of plant vs animal protein on lean mass and muscle strength” –
    Nutrients, 2019
  10. “Natural vs synthetic vitamins: a review” – Journal of the American
    College of Nutrition, 2005

Lo que la definición oficial del veganismo NO te dice: La nueva definición de veganismo.

El veganismo no es lo que te han contado: redefiniendo un culto moderno

Durante años, la palabra “veganismo” ha sido asociada con ética, salud y
sostenibilidad. Una imagen cuidadosamente construida por ONGs, influencers
y empresas que lucran con esta narrativa. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando
miramos detrás de la fachada?

La definición oficial, promovida por organizaciones como The Vegan Society,
sostiene:

“Una filosofía y forma de vida que busca excluir, en la medida de lo
posible y practicable, todas las formas de explotación y crueldad hacia los
animales para alimentación, vestimenta o cualquier otro propósito.”

Pero esta definición, cuidadosamente maquillada, oculta más de lo que
revela.

Lo que la definición oficial del veganismo NO te dice:

  1. El veganismo no es inofensivo para los animales

La producción agrícola vegana industrializada mata a millones de insectos,
roedores, aves y otros animales cada año. Los monocultivos de soja,
almendras o trigo requieren el uso masivo de pesticidas, deforestación y
maquinaria pesada que destruye ecosistemas enteros. ¿Dónde está el “no
dañar a los animales” aquí?

  1. El veganismo pone en riesgo la salud humana

La supuesta dieta ideal necesita suplementos obligatorios para evitar
deficiencias severas: vitamina B12, omega-3 (EPA y DHA), hierro hemo,
colina, zinc, vitamina A (retinol) y más. Sin ellos, aparecen problemas
graves como depresión, fatiga crónica, pérdida de memoria, daño neurológico
e incluso retraso en el desarrollo infantil.

  1. El veganismo puede destruir tu salud mental

Los artículos revisados muestran que la obsesión por una pureza ética
alimentaria ha llevado a muchas personas a desarrollar trastornos de
ansiedad, culpa, aislamiento social y autodiagnóstico. La comunidad vegana
más extrema reacciona con hostilidad hacia quienes abandonan la dieta,
recordando las dinámicas coercitivas de una secta.

  1. El veganismo es una ideología disfrazada de ética

Se presentan como “la solución” al sufrimiento animal, pero silencian las
voces críticas, persiguen a los disidentes y adoctrinan con tácticas
emocionales y de manipulación mental. ¿Cuántos jóvenes han sido captados
por el activismo vegano radical en redes sociales sin entender los peligros
físicos y psicológicos que implica?

Redefiniendo el veganismo: una propuesta realista y necesaria.

Frente a una definición incompleta, romantizada y utilizada como
herramienta de presión, proponemos una nueva definición que se ajuste a la
realidad vivida por miles de personas.

La nueva definición de veganismo:

“El veganismo es una ideología alimentaria restrictiva, promovida como una
solución ética y ambiental, que busca eliminar el consumo de productos
animales. Aunque se presenta como una filosofía compasiva, en la práctica
conlleva riesgos nutricionales severos, impactos ambientales ocultos y
comportamientos sectarios que afectan la salud mental, social y emocional
de quienes lo adoptan sin cuestionamiento. Su defensa se
sustenta muchas veces en censura, manipulación emocional, presión social y
el culto a una moral absoluta que no admite crítica ni matices.”

¿Por qué necesitamos una nueva mirada crítica?

Porque no todo lo que brilla es oro. El veganismo ha dejado de ser
simplemente una elección personal para convertirse, en muchos casos, en una
estructura de poder ideológico que busca imponer su visión al resto del
mundo. Y como todo dogma que se vuelve incuestionable, se convierte en un
peligro.

Si alguna vez sentiste que no te contaban toda la verdad… tenías razón.


Lo que los medios no te dicen: desmontando los tópicos del veganismo, la censura y sus defensores

Cada vez son más las voces que denuncian la censura hacia el veganismo. Sin
embargo, lo que muchos no se atreven a decir es que la narrativa vegana
dominante también censura, oculta información y promueve una visión parcial
y moralista del mundo. Este artículo es una respuesta crítica a varios
portales que intentan normalizar el veganismo y silenciar sus
contradicciones, basado en nuestra investigación original: “Lo que nadie te
dice sobre el veganismo y la dieta vegana”.





“Diversidad” y medios: ¿inclusión o pensamiento único?


Fuente criticada: vegeco.org

Palabras clave: estereotipos, medios de comunicación, cultura pop,
diversidad, redes sociales


Vegeco.org celebra una supuesta ruptura de estereotipos veganos en los
medios. Pero lo que realmente ocurre es la creación de un pensamiento único
pro-veganismo, donde las experiencias críticas o negativas no tienen
cabida. Las redes sociales han sustituido el debate por una promoción
acrítica que censura a quienes abandonaron el veganismo por motivos de
salud, deficiencias o problemas emocionales.





¿Vegafobia o censura disfrazada de victimismo?


Fuente criticada: Animal Político

Palabras clave: vegafobia, rechazo social, discriminación


Animal Político describe la vegafobia como una forma de opresión. Sin
embargo, este término se usa para callar críticas legítimas, demonizar al
disidente y equiparar el desacuerdo con el odio. No todo rechazo al
veganismo es odio; también es rechazo a una ideología rígida, dogmática y a
veces tóxica.





Compasión política: el falso apoliticismo vegano


Fuente criticada: cruelty.farm

Palabras clave: derechos de los animales, divisiones políticas, estereotipos


Cruelty.Farm intenta mostrar el veganismo como un espacio ético “más allá
de la política”. Pero en la práctica, sus posturas están profundamente
ancladas en corrientes ideológicas extremas que rechazan cualquier diálogo
o matiz. El veganismo radical excluye a quienes no se someten al dogma y
utiliza la “ética” como arma de polarización.





La enmienda 171: ¿censura o transparencia?


Fuente criticada: Bueno y Vegano

Palabras clave: enmienda 171, alternativas vegetales, etiquetado


La defensa de los términos como “leche de soja” o “queso vegetal” se
presenta como una lucha contra la censura. Pero en realidad, se trata de
marketing engañoso. Los consumidores tienen derecho a un etiquetado claro.
Llamar “leche” a un líquido de arroz no es una cuestión de derechos, es una
estrategia comercial encubierta.





Superioridad moral en redes: ¿educar o adoctrinar?


Fuente criticada: Pijama Surf

Palabras clave: superioridad moral, redes sociales, educación


Este artículo identifica un problema real: el adultocentrismo vegano y la
imposición moral hacia menores. Activistas que ridiculizan o presionan a
adolescentes por no ser “lo suficientemente veganos” caen en prácticas
abusivas. La educación sobre alimentación debe ser respetuosa y no
adoctrinante. Imponer dietas restrictivas sin supervisión médica en la
infancia es irresponsable.





¿Rompiendo mitos o encubriendo riesgos?


Fuente criticada: RompiendoDietas.es

Palabras clave: psiconutrición, salud, proteínas, dieta equilibrada


Este sitio asegura que el veganismo es saludable en cualquier etapa de la
vida. Pero ignora los efectos adversos documentados: deficiencia de B12,
problemas hormonales, caída del cabello, pérdida de masa muscular, ansiedad
y trastornos alimentarios. La “psiconutrición” no debe ocultar los riesgos
fisiológicos de una dieta mal planteada.





Cosmética vegana: lo que no te dicen sobre su impacto real


Fuente criticada: El Salto Diario

Palabras clave: cosmética, alimentación, mitos, hábitos


El Salto extiende el discurso vegano hacia la cosmética, sin hablar de la
huella ecológica real de los productos veganos: monocultivos, plásticos,
empaques, transporte internacional. Presentar lo vegano como
automáticamente sostenible es un mito. El consumo responsable no se reduce
a etiquetas.





Conclusión: el veganismo no está censurado, está blindado


Mientras estos medios denuncian una supuesta censura al veganismo, lo que
realmente se silencia es la crítica interna, los testimonios de ex-veganos,
y los efectos colaterales del veganismo dogmático. La censura real la
ejercen ellos, contra toda voz que cuestione el relato oficial. Desde este
blog, seguiremos rompiendo el silencio.


¿Está X en España influenciado por activistas veganos? Una hipótesis sobre la censura silenciosa

[1/14]

¿Están silenciando en X (España) a quienes critican a PACMA y al activismo
vegano?

Varias cuentas han sido suspendidas tras publicar mensajes críticos.

¿Coincidencia… o algo más?

[2/14]

La mayoría de los mensajes no contenían insultos ni amenazas.

Pero aún así: suspensión automática.

Y sin explicaciones claras al apelar.

[3/14]

Algunos usuarios empiezan a sospechar que hay un patrón:

Críticas a ONGs animalistas o ciertos santuarios = riesgo de sanción.

[4/14]

Surge una teoría:

¿Y si hay revisores dentro de X España influenciados por el veganismo
ideológico?

[5/14]

No hablamos de una conspiración oficial, sino de algo más sutil:

Un doble rasero aplicado desde dentro por activistas con acceso.

[6/14]

Recordemos:

Algunas ONG veganas y figuras del animalismo en España manejan bien las
redes y tienen contactos estratégicos.

[7/14]

¿Podrían haber influido en la moderación de X?

¿Tienen canales directos con revisores?

Es posible. Y eso preocupa.

[8/14]

Lo más grave es la falta de transparencia.

No sabes qué norma rompiste.

No puedes defenderte.

Y las apelaciones rara vez sirven.

[9/14]

Esto no es solo un problema de veganos.

Es una alerta para todos los que creen en el debate libre y plural.

[10/14]

El sesgo ideológico en la moderación de redes sociales ya ha sido
documentado en otros países.

[11/14]

Lo que se plantea es una “captura ideológica” parcial:

Gente con poder dentro de X usando su puesto para callar disidentes.

[12/14]

No es una acusación. Es una hipótesis legítima que debería investigarse.

La libertad de expresión no puede depender del filtro de un activista
encubierto.

[13/14]

Si te ha pasado algo similar (suspensión tras críticas al
veganismo), comenta o comparte tu experiencia.

[14/14]

Y si trabajas en X España y estás viendo esto:

No se pide censura inversa. Solo reglas claras e iguales para todos.


El activismo vegano en España: ¿compromiso ético o estrategia empresarial?

1/13

¿Es el activismo vegano en España una lucha ética real…

¿o una sofisticada estrategia empresarial?

Un repaso a nombres, empresas y vínculos poco transparentes.

Hilo

(abro)

#Veganismo #Activismo #Empresas

2/13

Organizaciones como

AnimaNaturalis

ProVeg España

PACMA

Santuario Gaia

se presentan como defensoras de los animales.

Pero muchas están vinculadas a marcas que venden productos veganos.

#Veganismo

3/13

Ejemplo clave: Heura Foods

Fundadores:

  • Marc Coloma (activista vinculado a AnimaNaturalis)
  • Bernat Añaños (estratega de marketing)

Coloma también es activo en X bajo un alias.

#Heura

4/13

Heura ha cerrado acuerdos con:

  • Unilever
  • Nestlé
  • Danone

Y ha patrocinado al FC Barcelona femenino.

Marketing + activismo = negocio

#EmpresasVeganas

5/13

Equipo directivo:

  • Cristina Roig (ex Cacaolat)
  • Agnes Lukacs (I+D)

¿Activismo vegano o planificación corporativa con valores?

6/13

AnimaNaturalis – dirigida por Aïda Gascón

ProVeg España – liderada por:

  • Cristina Rodrigo
  • Verónica Larco
  • Celeste Rodríguez

También incuban marcas como NotCo, Heura Foods y Libre Foods.

7/13

The Vegan Agency

Fundada por Paula González.

Equipo dedicado al branding de marcas veganas.

Más que activismo… una agencia profesional de imagen.

#MarketingVegano

8/13

Festivales como la Feria Vegana de Barcelona o el Madrid Vegan Market…

…son escaparates donde marcas y activismo se mezclan.

#FeriaVegana #MadridVeganMarket

9/13

En la Feria Vegana de Barcelona, participa:

Fundación Santuario Gaia

Fundadores:

  • Ismael López
  • Coque Fernández

Activismo real, pero también vinculado a espacios de promoción comercial.

10/13

En Madrid Vegan Market:

  • Vanetta Foods (Águeda Ubeira y Manuel Vila)
  • Good Shit Vegan Kebabs (Steffen Schwörer)
  • Freedom Cakes (Isabel Izquierdo)
  • Veganful Beauty (Violette Vela)
  • Ringana (Austria)

11/13

Restaurantes con activistas detrás:

  • Vega (Madrid)
  • Romero Verde (Sonia Romero, Carmen Romaní)
  • Veganí (Sevilla – Paula Benítez y Andrés Mato)

#GastronomíaVegana

12/13

Conclusión:

El activismo vegano español está entrelazado con intereses empresariales.

ONG, marcas y activismo conviven.

¿Causa ética… o modelo de negocio?

13/13

Preguntas sobre el veganismo:

¿Quién se beneficia realmente?

¿Quién financia el activismo?

¿Es una lucha o una estrategia?

(fin del hilo)

#Transparencia #Veganismo #Reflexión